Desde hace años, el gas fluorado se ha utilizado como el gas refrigerante, por el manipulador de gases fluorados, que hace posible el funcionamiento de los sistemas de aire acondicionado de los automóviles. El problema es que este gas es considerado de efecto invernadero, capaz de acumularse en la atmósfera y ocasionar cambios en las temperaturas del planeta. La creciente preocupación debido al cambio climático global, ha impulsado a muchos países a aplicar medidas y firmar acuerdos que les permitan hacer frente al desafío ambiental.